En agosto de 2020 ONG CETSUR se adjudicó el proyecto “Canasta de la Puebla a la Mesa: patrimonio agroalimentario y comercialización online en tiempos del COVID-19, financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia a través del concurso “Chile Compromiso de Todos”, Línea Fundaciones y Corporaciones. Su principal propósito es aportar a la soberanía alimentaria y a las economías locales en tiempos de emergencia sanitaria, a través de un trabajo conjunto con las Mesas de Mujeres Rurales de las comunas de Los Sauces, Lumaco, Imperial, Carahue, Saavedra, Toltén, Teodoro Schmidt y Pitrufquén enfocado en la reapertura de sus espacios de comercialización local, en modalidad online.
Rodrigo Terreros Hernández, profesional del equipo y experto en Agroecología señaló que: “soberanía alimentaria es la capacidad de los distintos pueblos campesinos e indígenas de decidir qué cultivos y cómo los van a producir. Para esto se toma en consideración la diversidad cultural, como también la diversidad de semillas y formas de producir asociadas a manejos que se han adoptado de generación en generación, para obtener óptimos resultados. Esta forma de hacer agricultura, de base agroecológica, biodiversa y poco dependiente de insumos externos, se adapta a las condiciones locales y se vincula con las comunidades cercanas a los centros productivos a través de la generación de circuitos comerciales, que comunican y vinculan a productores con consumidores”.
En relación a este último punto, y dadas las condiciones actuales de crisis social y económica provocada por la pandemia mundial producto del COVID-19, la adopción de estrategias comerciales como las que promueve el proyecto, respecto de generar una oferta de productos hortofrutícolas locales, de temporada producidos en la “Puebla” y ofrecidos mediante el formato de canastas comercializadas a través de herramientas tecnológicas como el WhatsApp, Facebook, Instagram, entre otras, adquieren un rol preponderante para que puedan llegar a la “Mesa” de las y los consumidores, aportando a la economía de las productoras y promoviendo una alimentación sana, natural y diversa para las familias.
Maricarmen Guerrero Gallardo, Presidenta de la Mesa de Mujeres Rurales de Lumaco, organización parte de la iniciativa, mencionó que: “De la Puebla a la Mesa está siendo un proyecto muy beneficioso para las mujeres rurales, con esto de las herramientas tecnológicas que nos están enseñando para poder comercializar nuestros productos en tiempos de pandemia, que se nos ha puesto difícil el poder salir a venderlos como estábamos acostumbradas en nuestra feria Ital Chi Mapu. Hasta ahora nos ha costado un poco, por ser algo nuevo, pero con esfuerzo, dedicación y entrega lograremos aprender y llegar a buen puerto con nuestra canasta, que es un buen desafío”.