Para este 2020 los esfuerzos de ONG CETSUR Araucanía estuvieron enfocados en relevar la fuerte relación entre naturaleza y cultura para un Buen Vivir o Küme Mongen, retomando el trabajo con las Escuelas de Artes y Oficios en Curatoría de Semillas, con el objetivo de potenciar los saberes de Aprendices Curadoras de Semillas de diversas comunas de la región, en la preservación de la biodiversidad y la Soberanía Alimentaria en sus territorios.
El desafío partió en marzo del 2020, pues no habiendo existido contextos similares a los que hoy se viven con el COVID-19, la organización centralizó sus esfuerzos en idear nuevas estrategias para amortiguar los impactos que esta pandemia traía consigo, sobre todo con la población con la que trabaja. Entonces, decidió dar un vuelco en las metodologías con la que acostumbraba a trabajar de manera presencial, pero siempre respetando sus lineamientos de base, el “Diálogo de Saberes” y el “Aprender Haciendo”. Así, lo que en un principio fue algo nuevo y desconocido para las Aprendices, con el tiempo se tornó amigable, abriendo una pequeña puerta de entrada para conocer esta nueva modalidad virtual, a la que si bien no todas lograron adaptarse, las que lo hicieron lo agradecen, pues para ellas también significó un periodo de acompañamiento constante, en espacial en esta época de pandemia en donde ha primado el aislamiento social.
ONG CETSUR, junto con las Aprendices y Maestras Curadoras de Semillas, principalmente de las Mesas de Mujeres Rurales con las cuales colabora de manera permanente desde el año 2013, asumieron y enfrentaron este desafío desplegando esfuerzos con el Equipo de la Unidad de Servicios de la Región del Biobío, para implementar nuevas metodologías de formación que estuvieran a la altura de este nuevo escenario nacional e internacional, estructurando a partir del mes marzo nuevas herramientas de capacitación bajo la modalidad online.
Así, se fueron creando el grupo WhatsApp “Curadoras de Semillas”, en donde han compartido saberes y experiencias 47 Aprendices y Maestras de diversos territorios. Entre los meses de junio a octubre se implementaron tres cursos pilotos vía online, en la línea de “Artes de la Naturaleza”: dos cursos denominados “La Buena Semilla”, diseñados a través de la plataforma WhatsApp, en donde participaron 30 Aprendices del grupo “Curadoras de Semillas” que mostraron ser más activa en su uso y contar con mejor conexión. Las participantes de este curso no solo aprendieron acerca de las semillas, sino también sobre el uso de la plataforma virtual Google Meet, lo que les permitió incorporarse a un nuevo curso online denominado “Plantas Medicinales: su usos y preparaciones”.
Con la llegada de la primavera, afloran los trafkintüs, pero bajo el escenario de la crisis sanitaria para las Maestras y Aprendices esto resultaba imposible. Entonces el equipo de ONG CETSUR en La Araucanía, en conjunto con los equipos de las regiones de Ñuble y Biobío, comienza a desplegar esfuerzos para el desarrollo de intercambios virtuales de semillas. Nace así el “Intercambio Virtual de Semillas con Memoria”, como una alternativa que permitió mantener vigente esta tradición a pesar de la situación sanitaria.
En la actualidad la organización asume un desafío mayor, que es el ejecución del proyecto “Canasta De la Puebla a la Mesa: patrimonio agroalimentario y comercialización online en tiempos del COVID-19”, ejecutado a partir del mes de septiembre del 2020, con el objetivo de aportar a la seguridad alimentaria y las economías locales en tiempos de emergencia sanitaria, en 8 comunas de La Araucanía. Ello a través de la implementación de circuitos cortos de comercialización vía online, de canastas alimentarias producidas por Curadoras de Semillas y socias de las Mesas de Mujeres Rurales de Toltén, Carahue, Teodoro Schmidt, Saavedra, Pitrufquén, Lumaco, Los Sauces e Imperial, en un plazo de 6 meses.
En un año de pandemia que remeció al mundo en muchos contextos, que marcó brechas sociales, digitales y de conectividad en donde ONG CETSUR, acostumbrada al trabajo presencial, parecía ver la virtualidad como una herramienta poco amigable, fue capaz de adaptarse a este cambió sin perder la esencia de lo que es el diálogo de saberes, incorporando nuevas estrategias y herramientas digitales, enseñando y aprendiendo a la vez, preocupándose de que todas las participantes pudieran acceder a las reuniones virtuales, a la información y al aprendizaje mediante plataformas digitales.
Siempre buscó superar de la manera más segura estos tiempos de adversidad y de distanciamiento social, y las Maestras y Aprendices Curadoras de Semillas estuvieron a la altura de este desafío, respondiendo de manera positiva y adquiriendo rápidamente los conocimientos en el uso de estos medios de comunicación. Todo con el fin de continuar revitalizando el conocimiento campesino, mapuche y local, pues resulta prioritario, no sólo por el Buen Vivir o Küme Mongen de sus familias, sino por el aporte que silenciosamente realizan todas y todos los que, de una u otra forma, han sido parte del resguardo del patrimonio intangible de las AgroCulturas.
Nota escrita por: Ximena Ruiz Remolcoy y Alan Cheuquemán Contreras., Alumnos en Práctica Profesional de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de La Frontera.