El domingo 16 de octubre, donde a nivel mundial se conmemora el Día de la Soberanía Alimentaria en respuesta a la pérdida del derecho de los pueblos y comunidades a producir, comer y distribuir alimentos sanos, sustentables y pertinentes culturalmente, la Unión Comunal de Huertos Orgánicos, UCHO, convocó a un Trafkintu en la plaza de la ciudad de Tomé, de la Región del Biobío en el cual participaron cerca de 10 organizaciones de huerteros/as y curadores/as de semillas de las regiones de Maule, Ñuble y La Araucanía. Pese a la distancia territorial, los asistentes sintieron el llamado de estar presentes en este intercambio para aunar fuerzas en favor de la protección y libre circulación de las semillas tradicionales, dado el contexto actual que la tiene en riesgo.
El Trafkintu es una ceremonia ancestral mapuche en la cual se intercambian ‘semillas limpias’, es decir, como dice Elena Silva, presidenta de la UCHO, “que no han sido modificadas genéticamente y que han recibido un cuidado agroecológico” que es lo que cuidan rigurosamente en cada nueva instancia de intercambio. En esta atmósfera se compartieron saberes en torno a cada variedad, su origen, cuidados y formas de cultivo. Antes de iniciar la ceremonia, se realizó un LLellipun, momento en que una persona representante de la comunidad mapuche, en un acto de profunda conexión con la madre tierra y los astros, agradeció en una oración a Ngenechen y a los elementos agua, tierra, fuego y aire que hacen posible la germinación de la vida. Momento del encuentro que estuvo marcado por la petición de una buena salud y armonía para todos los seres vivos y las semillas que dan alimento y vida.
La Unión Comunal de Huertos Orgánicos, UCHO de Tomé, es una organización gestada por un grupo de mujeres en el año 1993, en una época de crisis económica en Chile, con la intención de fortalecer la soberanía alimentaria de la comunidad y la economía de los hogares. Desde ahí, que cada 16 de octubre convocan a un Trafkintu, “hacemos el Trafkintu el Día de la Soberanía Alimentaria porque esta fecha nos representa de manera especial en todo lo que hacemos como organización por la preservación y cultivo de la semilla tradicional que hoy se encuentra en peligro”, señaló Elena Silva, presidenta de la UCHO.
Por otra parte, la Organización manifestó su preocupación por la reciente aprobación del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, TPP11, “como organización nos ha preocupado mucho la aprobación del TPP 11 porque nos perjudica enormemente, en el sentido de que están tratando de que nuestras semillas no sean libres, sean intervenidas”, agregó la presidenta de la UCHO, quien también recalcó, que dicho tratado internacional es un impedimento para la libre circulación, cultivo e intercambio de semillas, “cuando el tratado se aplique lo más probable es que tengamos que pedir permiso o pagar un dinero para poder sembrar o intercambiar”.
En sintonía con esto, Ángela Fierro, presidenta de la agrupación Huerto Santa Amalia de Lirquén, precisó sobre la importancia que tiene para la alimentación de la comunidad el mantener la realización del Trafkintu, “por medio de estos espacios mantenemos las semillas, que han sido siempre de las comunidades y de los pueblos originarios, y que han pasado de generación en generación” y, por otro lado, indicó “estas instancias buscan recuperar el intercambio, fortalecer a las organizaciones de huerteros y huerteras que trabajan en todos lados por cuidar la producción de alimentos sanos”.
Pamela Chávez Ruíz, Apicultora y presidenta de la Mesa de Mujeres Rurales de la comuna de Toltén Región de La Araucanía, compartió que viajó porque valora la potencia del encuentro para fortalecer el vínculo junto a huerteras de otras regiones. “Nos motivó a participar de este intercambio inter regional el poder trasladar nuestras semillas sanas a otra región, y así también traer semillas nuevas, y recuperar otras que ya se encuentran perdidas en sectores rurales. Sabemos que las huerteras de Tomé trabajan de la misma manera que nosotras, con semillas libres de químicos, con memoria e historia, lo que nos permite asegurar que tanto las semillas que llevamos como las que traemos a la comuna, darán frutos y se adaptarán bien a un nuevo territorio, y seguirán circulando entre nuestras familias huerteras”.
Para ONG CETSUR, participar y apoyar la realización de los intercambios de semillas convocados por organizaciones, es un compromiso que ha asumido con la comunidad, donde “hemos sido testigos de la masificación de los intercambios de semillas en distintos puntos de la zona centro-sur de nuestro país, por eso es que desde julio de este año que nos encontramos realizando un llamamiento ético para recuperar los principios ético-políticos construidos y sostenidos por curadoras y curadores de semillas, para la restauración de la agrobiodiversidad y la soberanía alimentaria”, señaló Paula Mariángel, presidenta de ONG CETSUR.