Desde hace al menos cuatro décadas, las comunidades campesinas de la zona centro-sur de Chile han sido parte de agudos procesos de transformación y erosión de sus territorios, producto de la extensión del monocultivo forestal y de la reducción de tierras cultivables, sumándose en los últimos años una disminución significativa de la disponibilidad de agua y diversos desastres socionaturales de intensa magnitud, asociados principalmente a los incendios forestales en períodos estivales e inundaciones en la estación invernal.
En este enrevesado contexto, durante el segundo semestre de 2023, iniciamos de manera exploratoria un acercamiento con huerteras/os y merkeneras/os de las comunas de Lumaco, Región de La Araucanía, y Santa Juana, Región del Biobío, ambas localidades diezmadas por las tormentas de fuego del verano recién pasado, con el fin de reactivar memorias en torno a los diversos ecosistemas y cuerpos de agua existentes en sus territorios, situando la mirada en la cuenca como marco de atención socioecológica.
A partir de dos encuentros comunales y un encuentro interregional, y recurriendo a diversas herramientas de la investigación-acción, los/as participantes compartieron memorias de su vínculo con el agua, más allá de la huerta y la cocina, rescatando los entramados de interdependencia que sus experiencias y relatos revelaban.
El primero de estos encuentros se realizó el jueves 26 de octubre en la sede de la Junta de Vecinos del sector Diñico, en Santa Juana. Allí, con la participación de nueve huerteras y huerteros, se reflexionó en torno al sentido e importancia que el agua tiene en la mantención de la vida en el territorio y la preocupación por la escasez de la misma, además de la vulnerabilidad que traen los incendios forestales. La construcción colectiva de un mapa del sector permitió visualizar los distintos cuerpos de agua existentes en la zona, reflexionando sobre cómo eran antes, cuál es la situación que presentan hoy, y las urgencias por generar estrategias locales de resguardo.
El segundo encuentro se dio el viernes 17 de noviembre en la Ruka Kuralaba de la comuna de Lumaco, actividad co-gestionada con la Red de Curadoras de Hierbas Medicinales y el Departamento de Ciencias Forestales de la Universidad de La Frontera. Junto al fogón, las/os nueve lamien participantes dialogaron sobre su relación con el “co” desde la cosmovisión Mapuche, y mapearon colectivamente lo que ha ocurrido con los cuerpos de agua en la zona. Se compartieron relatos sobre cómo el agua ha mermado a través del tiempo y cómo esto ha repercutido en la pérdida de la biodiversidad y del equilibrio con la Ñuke Mapu.
Finalmente, el lunes 27 de noviembre propiciamos un encuentro de sabedora/es con las/os participantes de ambas regiones, para intercambiar experiencias e identificar puntos en común en torno a sus trayectorias territoriales campesinas y mapuche, tomando como base la tradición que comparten como huerteros/as, productores de ají Merken y guardadores de semillas, en su relación con el agua, sus usos, valoraciones y cuidados.
El encuentro fortaleció la relevancia del saber tradicional y sus cultoras/es en el sostenimiento de los equilibrios ecosistémicos, desde una conexión sensible y creativa que favorece el arte de crear vida, así como también la necesidad de la acción colectiva para afrontar las amenazas hacia los sistemas de vida tradicionales. La actividad concluyó con un intercambio de semillas y plantas, y con una visita a la huerta de la Sra. Inés Olate, donde fue posible conocer la diversidad de flores, frutas, hortalizas y cereales que mantiene a resguardo, en un espacio que persiste a pesar de verse rodeado de plantaciones forestales. A partir de la generación exploratoria de estos espacios colaborativos de recuperación de memorias, compartimos una serie de interrogantes que requieren ser respondidas desde una reflexión colectiva: ¿de qué manera podemos proteger y restaurar nuestras cuencas?, ¿cómo recuperar el valor del agua en tanto elemento vital para la vida desde un sentido de interdependencia?, ¿qué aportes surgen del conocimiento tradicional y sus sabedores para sostener procesos de restauración en los territorios? Sin duda, son las/os propias/os habitantes quienes pueden tejer con mayor sabiduría el entramado de relaciones que mantienen el equilibrio de sus localidades y de los ecosistemas que allí viven.