El proyecto “Canasta de la Puebla a la Mesa: patrimonio agroalimentario y comercialización online en tiempos del COVID-19”, ha sido un desafío para todas/os quienes están vinculadas/os en materializar esta iniciativa. Sin lugar a dudas, el contexto sanitario y el confinamiento social han sido los mayores obstáculos para llevarlo a cabo, sin embargo, el compromiso de las 8 Mesas Comunales de Mujeres Rurales y del Equipo Técnico de ONG CETSUR, ha sido el mayor facilitador para sobrepasar estas adversidades.
La primera etapa de constitución de la Canasta, basada en el trabajo colaborativo de las socias de las Mesas Comunales y materializada a través de los productos de cada una de sus huertas, resguardando la riqueza y diversidad existente en la temporada y en el territorio, ha finalizado. En la actualidad hemos iniciado la fase de entrega del equipamiento para la comercialización online correspondiente a 20 cajas de madera, 375 bolsas con cierre doypack y un pack de insumos sanitarios para el resguardo de la salud tanto de las socias como de sus clientes. Esta entrega ha sido de manera presencial, con la participación de Sandra Parra, Coordinadora Técnica del proyecto, Manuel Sandoval, Web Master, y Alex Díaz, Encargado Logístico y de la elaboración del manual “De la Puebla a la Mesa”, entregándose el equipamiento a un 75% de las Mesas, siendo la Mesa de Mujeres Rurales de Lumaco el primer grupo, continuando con Nueva Imperial, Toltén, Los Sauces, Teodoro Schmidt y Carahue.
Esta instancia de encuentro presencial ha permitido resolver dudas relacionadas a los canales de difusión y comercialización digital, revisar la elaboración del menú de cada Mesa que se incorporará al manual y guiar en el proceso de armado de la canasta utilizando el protocolo sanitario diseñado por el Equipo Técnico, en resumen, apoyar el proceso de armado y difusión de la canasta. Alex Díaz, Licenciado en Sociología y encargado de la entrega del equipamiento señaló: “queda en evidencia que esta Canasta tiene un gran reto organizacional para cada una de las Mesas de Mujeres Rurales, ya que, al ser una nueva forma de comercialización en sus localidades, también implica nuevas formas de organización y trabajo colaborativo a nivel grupal, y no nos cabe duda que los superarán de la mejor manera posible. A la vez, presenta un cambio en la relación cliente-proveedor, debido a que la Canasta, al contener productos de distintas socias, el cliente no individualiza un producto a una sola productora, sino que el cúmulo de ellos es fruto de un trabajo solidario y fraterno entre un grupo de mujeres. Por esta razón, el cliente no sólo está comprando un conjunto de verduras, sino que está favoreciendo la economía local, resguardando su salud alimentándose con productos libres de agroquímicos, como también aportando a la difusión de los saberes de las mujeres rurales en el resguardo del patrimonio agroalimentario”.
Por su parte Bella Silva Maliqueo, Presidenta de la Mesa de Mujeres Rurales de Carahue, a cuya organización se le hizo entrega de su equipamiento el día martes 29 de diciembre, manifestó que “como Mesa estamos muy contentas y agradecidas con el equipo de CETSUR por el apoyo y compromiso que han tenido con nosotras. Hoy hemos recibido nuestro equipamiento de canastas y el kit sanitario, así que ahora comenzaremos con la venta de nuestros productos de forma online, cosa que antes muchas de nosotras no estábamos acostumbradas. Todo este proyecto ayudará a mis asociadas en la venta de sus productos de una forma más rápida, segura y en equipo, tomando el resguardo y los protocolos que se necesitan contra el COVID – 19; esto es una gran motivación y ayuda para cada una de nosotras ya que este año, en temas de comercialización, ha sido muy complejo sin las ferias que estábamos acostumbradas a tener”.
El proyecto “Canasta de la Puebla a la Mesa: patrimonio agroalimentario y comercialización online en tiempos del COVID-19, es financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia a través del concurso “Chile Compromiso de Todos”, Línea Fundaciones y Corporaciones, y tiene por objetivo aportar a la soberanía alimentaria y las economías locales en tiempos de emergencia sanitaria a través de un trabajo conjunto con las Mesas de Mujeres Rurales de las comunas de Los Sauces, Lumaco, Imperial, Carahue, Saavedra, Toltén, Teodoro Schmidt y Pitrufquén en la comercialización de sus productos a nivel local en modalidad online.