Cada encuentro e intercambio virtual fue un espacio para compartir aprendizajes, experiencias y habilidades en torno a las Artes y Oficios de la Naturaleza, que se gestan en las huertas de mujeres de organizaciones agroecológicas de las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía.
La pérdida de biodiversidad es una preocupación urgente a nivel mundial. Es por ello que diversas organizaciones alzan la voz para informar a la comunidad sobre situaciones y factores que inciden en esta problemática, como la escasez y contaminación del agua, el extractivismo exacerbado que destruye los territorios, el uso desmedido y poco regulado de agrotóxicos por la industria agrolimentaria, la concentración de la tierra y la apropiación de las semillas, preocupaciones que en este periodo de crisis sanitaria se han visibilizado con mayor fuerza, dado que tienen directa relación con los desequilibrios de los ecosistemas de la tierra y de la salud de las personas.
En este contexto, y a partir del escenario de crisis transversal a la que nos vemos enfrentados, como organización de la sociedad civil hemos realizado ciertas apuestas institucionales para fortalecer vínculos, redes y alianzas que puedan propender a procesos de restauración territorial, particularmente en relación a los sistemas tradicionales de conservación de la biodiversidad cultivada, en tanto refugios del patrimonio biocultural de los pueblos.
Entre dichas apuestas, y considerando las dificultades de articulación generadas por la pandemia y el confinamiento durante tantos meses, se bosquejaron al menos tres alternativas de reconexión en el espacio virtual, que durante el 2021 se volvieron prioritarias.
El encuentro interregional “Mujeres, Huertas y Semillas”, realizado el miércoles 28 de julio y transmitido vía Zoom, contó con la participación de organizaciones de huerteras de las Regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, y se enfocó en compartir aprendizajes, experiencias y destrezas en torno a las Artes y Oficios de la Naturaleza que se gestan en las huertas de mujeres de organizaciones agroecológicas, además de fortalecer redes entre las organizaciones participantes que permitan potenciar los saberes de las mujeres en relación a la tierra, la huerta, las semillas, la alimentacion y la salud. La instancia contó con la participación de la Señora Blanca González, Maestra en Culinaria Tradicional e integrante de la Mesa de Mujeres Rurales de Toltén, quien señaló: “Las semillas son virtuosas, como abono, alimento, pueden servir para hermosear… las semillas son como nosotras… nos nutren, nos fortalecen, nos dan ideas. Las semillas germinan, nacen, florecen, nos dan sus vainas, después nos dan el fruto, y una vez que están secas también, son igual que nosotras, son multifacéticas, hacen tantas cosas como nosotras. Entrar a la huerta es como entrar a un pequeño paraíso, las semillas tienen una diversidad inimaginable. Somos una asociación entre las mujeres y semillas”.
En la Región de La Araucanía, el intercambio virtual “Semillas con Memoria”, realizado también en el mes de julio, convocó a las mesas de mujeres rurales de las comunas de Los Sauces, Lumaco, Nueva Imperial, Saavedra, Toltén y Pitrufquén, y un grupo de mujeres huerteras de Carahue. En esta oportunidad, el espacio se abrió para conversar sobre el resguardo de la biodiversidad en la huerta Mapuche como estrategia contra el cambio climático, e intercambiar experiencias y semillas para su fortalecimiento. En este sentido, la señora Genoveva Sepúlveda Reyes, socia de la Mesa de la Mujer Rural de Pitrufquén, señaló que: “Este fue mi primer intercambio virtual, al principio pensé que no resultaría debido a que iba a ser virtual, y además porque éramos demasiadas socias y todas de lugares muy apartados, pero una vez que empezamos a coordinar las entregas, resultó mucho más fácil de lo que pensé. Solo era coordinación. Además, este intercambio le favorece a mi huerta porque muchas de las semillas que intercambié me sirven para el control de plagas, por ejemplo, pero también porque mientras más tengo más se favorecen entre ellas, se ayudan cuando están en un mismo lugar. Por último, creo que el intercambio o Trafkintü es la mejor forma de conservar nuestras semillas, contribuye a su rescate porque a lo largo del tiempo se han perdido muchas de ellas. Por eso, este tipo de actividades ayuda a revivir las semillas que estaban perdidas”.
Finalmente, en el mes de agosto se llevó a cabo el Intercambio “Tejiendo Redes entre Organizaciones”, articulado por organizaciones de huerteras de las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, en colaboración con ONG CETSUR, con el ánimo de seguir contribuyendo a la circulación de semillas agroecológicas en los territorios, pese a la pandemia sanitaria que hoy se vive a nivel mundial. En el intercambio participaron 12 organizaciones, las que de manera colaborativa fueron construyendo los acuerdos de participación, manteniendo el principio básico del Bien Común de todas y todos los participantes. Para su desarrollo, fue necesario la articulación en comisiones de trabajo, las que de manera independiente fueron abordando aspectos logísticos, metodológicos, éticos y comunicacionales, con el fin de sostener una experiencia de intercambio de índole virtual, basada en los principios y orientaciones de los tradicionales encuentros de intercambio presenciales.
Las tres experiencias sostenidas durante este 2021 lograron demostrar la capacidad adaptativa de las mujeres frente a adversidades tan duras como el confinamiento, sosteniendo su papel de guardianas de la biodiversidad a partir de acciones tan silenciosas como es el cuidado y mantención de sus huertas, y dieron espacio para reconocer las relaciones de reciprocidad, colaboración y respeto hacia la diversidad aprendidas en el ejercicio de la crianza y el cultivo, que pueden seguir diseminándose entre todos/as quienes esperan transformar la realidad impuesta por otra co-construida en sintonía con la naturaleza.