El trabajo junto a establecimientos educativos y organizaciones comunitarias se realiza en el marco del proyecto ‘Vamos huerteando en comunidad’, que es implementado por CETSUR y financiado a través del fondo Elige Vivir Sano Covid 19, del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Desde mediados del mes de agosto, el equipo de ONG CETSUR inició la instalación de huertas educativas en el Liceo Domingo Ortiz de Rozas de Coelemu, en la Región de Ñuble, el Liceo Pencopolitano de Penco y la Huerta Comunitaria Germinar de Talcahuano, estos últimos en la Región del Biobío. “Este es el primer paso para iniciar un camino que busca promover las huertas como un entorno educativo para la comunidad, trascendiendo la visión de que únicamente es un espacio de producción de alimentos. Aquí trabajamos junto a liceos y espacios comunitarios con quienes hemos mantenido vínculos a través de actividades de mediación, intercambios de semillas y saberes, entre otros, para que así puedan contar con una infraestructura que abre las posibilidades para el aprendizaje y reconexión con la naturaleza y los alimentos”, señala Paula Fuentealba, asesora metodológica de la iniciativa y encargada de Gestión Cultural de CETSUR.
Cada implementación considera la habilitación de módulos de huerta especialmente adaptados a sus espacios, compuestos por bancales de cultivo con distintos mecanismos de riego y diversas estaciones de trabajo, las que permitirán el acercamiento a todos los momentos del ciclo, desde la siembra de la semilla hasta la cosecha del alimento. Este trabajo será fortalecido con la realización de seis actividades formativas asociadas al ciclo de la huerta, el cuidado del suelo, aspectos nutricionales vinculados a la naturaleza y los colores de los alimentos, además de preparaciones culinarias saludables con alimentos de la huerta.
“Nuestra expectativa en relación a la huerta es que esta sea trabajada y cuidada principalmente por estudiantes y docentes de la especialidad Agropecuaria mención Vitivinícola, que son quienes han estado participando en este proyecto de manera más directa”, explica Fernanda Arriagada, encargada de proyectos del Liceo Domingo Ortiz de Rozas de Coelemu.
Desde el Liceo Pencopolitano, el profesor de la especialidad de Gastronomía, Jonathan Pastorini, comparte que “como liceo tratamos de vincular harto el proceso de nosotros en la cocina con la perspectiva sustentable, de valorización del patrimonio y de los procesos que tienen los productos. Esta huerta invernadero nos va a servir muchísimo para que los estudiantes puedan conocer todo el proceso de los productos que usamos en la cocina, porque los productos no salen del supermercado o los negocios, sino que hay un proceso en donde podemos sacarle provecho a las distintas etapas de madurez de los alimentos”.
Cabe destacar, que, a modo de complemento para el proceso de aprendizaje durante estos meses, el equipo de CETSUR trabajó en el desarrollo de un manual educativo ilustrado y una serie de cuatro videos para entregar a las comunidades beneficiadas, materiales con los cuales se busca reactivar la importancia de las acciones individuales y colectivas para el fortalecimiento de la biodiversidad cultivada, la agricultura urbana, la soberanía alimentaria y el aprendizaje transgeneracional.