A partir de los daños causados por los incendios en la zona centro-sur de Chile, desde ONG CETSUR se decidió levantar una campaña solidaria en apoyo a las familias damnificadas de la región del Bíobío.
Reconforta comunicar que esta semana se entregó el primer monto reunido a la familia de Inés Olate, conocida por sus años de dedicación al cultivo de ajíes en Diñico. Y es que su tierra concentra años de historia, alberga el trabajo de cinco generaciones de merkeneros.
Más 10.000 ajíes abrasados dejó el fuego en su sector, además de la pérdida total de su sistema de regadío. Se precisa recordar que el cultivo tradicional del merkén (y, en general, toda clase de cultivo tradicional) no sólo se erige como la principal fuente de ingresos en las familias de holicultores, sino que además forma parte de un patrimonio alimentario que es necesario mencionar cada vez que se pueda, sobre todo frente al avance de una industria gastrónomica que insiste en desplazar a los productores locales en su intentos de réplica.
El aporte entregado a la familia de Inés (grupo compuesto por su hermana María Cristina Olate y por su esposo, Carlos Bizama) repuso una parte de los gastos invertidos primeramente en la reconstrucción de su sistema de regadío. El agua no puede esperar, por dicha razón, la campaña solidaria continúa, pues aún quedan muchos hogares sin acceso al agua, y sabemos que este se ha de tratar de un derecho fundamental innegable.