Sebastián Torres Jara, curador de semillas y maestro huertero de Tomé Alto Región del Biobío
Don Sebastián Torres Jara, a quien con cariño llamábamos don Seba, fue un generoso curador de semillas, maestro huertero de Tomé Alto y referente del territorio en el cuidado de semillas tradicionales. Su sabiduría provenía de la naturaleza misma, de la observación de los ciclos y de su especial forma de relacionarse con las plantas. Para él, cultivar no era sólo producir alimentos, sino un diálogo silencioso con la tierra, sustentado en la escucha atenta de las necesidades de cada planta.
Nacido en Dichato y criado entre huertas familiares, desde niño aprendió que la tierra es un ser vivo que también debe ser alimentado. “La tierra es la vida. Si no hay sol, no hay agua, no hay tierra… no hay vida”, decía. Sembraba con laya y con el pie, poniendo guano, ceniza y su alegría: “Ojalá cuando usted siembre, siembre cantando… la semilla sabe cuándo una persona la está queriendo”.
Don Seba afirmaba: “Yo prolongo la vida”, porque al guardar sus semillas y verlas germinar cada temporada, sentía que acompañaba el ciclo vital de la existencia misma. Su huerta era un “tesoro inagotable” y en cada intercambio de semillas compartía también su filosofía, tejida por la experiencia, el amor y la humildad.
El espíritu de don Seba florece cada vez que alguna de sus semillas despierta en la huerta. En cada una de esas semillas, que cuidó con tanto esmero, se guarda también una historia que se resignifica cada vez que las semillas circulan por laboriosas manos huerteras.
Honramos su memoria y su valioso legado, que recuerda que el conocimiento puede tejerse en la tierra, en las manos, en el canto y en la vida que vuelve a brotar.
*Extracto de cuadernillo pedagógico “Diseñar la huerta, diseñar la vida”, serie “Las semillas, patrimonio colectivo de los pueblos”. ONG CETSUR, 2023.