A nivel mundial y nacional son muchas las instituciones culturales que, dada la contingencia sanitaria y la necesidad urgente de autocuidado, han tenido que cambiar los caminos por donde conducen su quehacer, escenario del que ONG CETSUR también es parte, por lo que hoy se aboca a difundir su propuesta cultural a través de diferentes formatos y canales digitales.
ONG CETSUR anualmente despliega su trabajo en las regiones de Ñuble, La Araucanía y Biobío, involucrando en ello a una diversidad de cultores, maestros/as, artesanos/as, comunidades rurales, indígenas y urbanas que mantienen lazos con la institución.
Manteniendo esta misma línea, como organización que se desempeña en calidad de ente mediador entre un público urbano y los saberes que transmiten los/as protagonistas de las AgroCulturas ante la contingencia sanitaria, el equipo de ONG CETSUR ha puesto su foco en fortalecer la difusión del contenido cultural en diferentes redes digitales, esto con el objetivo de mantener la interacción con el público y motivar a la comunidad a repensar sus maneras de vincularse con su entorno natural e incorporar saberes de la culinaria tradicional cuando se trata de producir o preparar nuestros alimentos. Por lo anterior, temporalmente los eventos in situ, tales como itinerancias de muestras fotográficas, de artesanía y audiovisuales, presentaciones, mediaciones y tertulias, se encuentran postergados.
En este nuevo escenario, ONG CETSUR invita a todo su público a que visite sus páginas en Instagram, Facebook y Youtube, redes sociales que se encuentran activas, además del sitio web, donde es posible descargar diferentes publicaciones que hablan de Soberanía Alimentaria, biodiversidad, patrimonio alimentario y Curatoría de Semillas, además de otros temas relacionados con las AgroCulturas.
Respecto al nuevo material que está generando la ONG, ya se encuentra en marcha la producción de cápsulas audiovisuales que buscan visibilizar saberes de maestros/as de oficios que involucran el uso de plantas y hierbas en recetas de la culinaria tradicional. Un ejemplo de esto es la reciente publicación del ciclo “Buena Maleza, nutriendo un mejor futuro”, el que busca desmitificar la noción de maleza atribuida a una serie de plantas silvestres y reivindicar sus propiedades alimentarias, desde un enfoque de patrimonio alimentario.
Sobre esto mismo, la ingeniera agrónoma y agroecóloga, Glenda Rubilar, se refiere al impacto que se espera alcanzar en la comunidad con este ciclo de cápsulas audiovisuales titulado “BuenaMaleza” y como este puede ser un aporte para la biodiversidad alimentaria. “Esperamos que la gente pueda utilizar este video como una herramienta para poder reconocer una especie que se encuentra en todos los lugares y que es muy bien valorada, incluso en otros países donde se cultiva precisamente por la calidad nutricional”, dio a conocer la especialista.
Además de dicho contenido audiovisual, la ONG tiene liberado desde enero el documental “Pipeño, una memoria que porfía”, el que está disponible en la página de Youtube “CETSUR ONG” para ser visualizado en línea. Cabe recordar que esta pieza visibiliza el oficio de viñateros del Valle del Itata, Región de Ñuble, quienes por años han mantenido viva la manera tradicional de preparar el conocido vino Pipeño.