Para Angélica Celis Salamero (1955-2007), agroecóloga y socia fundadora de ONG CETSUR, “las semillas no son objetos o insumos de un proceso productivo, y tampoco son solo productos culturales, son creaciones anónimas que hacen vivir, que permanecen en el tiempo y que constituyen la expresión concreta del arte de la crianza y de la conservación de las fuerzas de la naturaleza”. Es por ello que hoy, en tiempo de Pukem (invierno), en donde las lluvias enviadas por Ngünechen purificarán la tierra y la preparamos para su próximo periodo de fertilidad, se hace relevante el continuar reflexionado sobre las formas de cómo recuperar y hacer circular nuestras semillas.
Desde hace más de 20 años, en distintos territorios de la zona centro y sur del país, principalmente organizaciones de mujeres rurales e indígenas, comenzaron a revitalizar la práctica de los intercambios y Trafkintü de semillas tradicionales, como una manera de potenciar la biodiversidad cultivada de sus huertas campesinas y mapuche, recuperando también memorias sobre otras formas de intercambio basadas en la reciprocidad y no en el dinero. Sin embargo, el año 2020 la pandemia por el COVID-19 paralizó este proceso, llevándonos a reflexionar en torno a cómo seguir desarrollando intercambios, pero esta vez de manera virtual, sin perder los principios básicos de este sistema de transmisión agrícola y cultural.
Nos motivó la posibilidad de volver a encontrarnos en espacios de intercambio virtual con Curadoras de Semillas de las Regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, en donde todas y todos volviéramos a compartir saberes y semillas. Con la experiencia ganada el 2020, el 2021 decidimos continuar revitalizando de manera colectiva esta práctica, compartirla como un espacio de aprendizaje conjunto, con el ánimo de motivar a organizaciones de huerteras a retomar a esta experiencia como alternativa para mantener la sustentabilidad de las relaciones productivas, sociales y culturales entre territorios urbanos y rurales. En este periodo, hemos realizado el Segundo Intercambio Virtual de “Semillas con Memoria” y colaboramos con la Agrupación Amuley Pu Zomo de Cholchol en su primer intercambio virtual denominado “Semillas para el Küme Mogen”. Y, como una manera de establecer redes de colaboración nos hemos reunido con representantes de organizaciones de huerteras de las Regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía con las cuales habíamos venido desarrollando intercambios y trafkintü presenciales, para compartir los elementos éticos y la forma de llevar a cabo un intercambio virtual interregional en este nuevo escenario de crisis sanitaria.
Para las/os participantes en los intercambios virtuales esta ha sido “una experiencia revitalizadora”, “por la diversidad y hermosura de las semillas” reflejadas en las fotografías enviadas para la construcción de los catálogos; “por el enorme saber” expresado a través de las presentaciones de cada una de sus semillas; por “conocer nuevas personas y lugares en donde viajan las semillas”; por la “alegría del encuentro” al momento de vernos personalmente en la entrega de nuestras semillas; y, principalmente, por permitirnos admirar la riqueza biodiversa de vuestras huertas, porque queremos que esta tradición campesina y mapuche continué, con la esperanza de que pronto nuestras semillas germinarán.