ONG CETSUR trabaja por la construcción de localidades sustentables en el sur de Chile, con una amplia trayectoria y reconocida experiencia en la promoción de las AgroCulturas vinculadas a la conservación de la biodiversidad en las Regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, ha orientado su accionar a la visibilización del trabajo de las huerteras y sus huertas, en tanto referentes constitutivos de las identidades de comunidades rurales campesinas y urbanas. Es por ello que, a través del estudio “La Huerta Mapuche, antecedentes productivos y de uso asociados a la Biodiversidad cultivada”, financiado por el Programa de Medio Ambiente de la Subdirección Nacional Temuco, CONADI, año 2022, busca poner en valor el espacio de la huerta Mapuche en los ámbitos social, cultural y económico-productivo, como también el rol de las Curadoras de Semillas en el proceso de resguardo de la biodiversidad local.
En el estudio participan 21 huerteras, maestras y aprendices Curadoras de Semillas, de las comunas de Purén, Lumaco, Cholchol, Nueva Imperial y Temuco, las cuales nos han permitido adentrarnos en sus vidas a través de la mirada de sus huertas, obteniendo los primeros resultados del proceso, entre los cuales se puede mencionar los siguientes: la huerta es el espacio en que las mujeres transmiten sus saberes de madre a hija, o de abuela a nieta; aquí se genera una relación armoniosa en donde conviven diversidad de especies de los territorios, que van desde flores y hierbas medicinales hasta las hortalizas para el consumo familiar; existe una clara tendencia a la comercialización local de los productos provenientes de la huerta, ya sea de manera natural o como agroelaborados, lo cual la ha transformado en un aporte relevante para la autonomía económica de las mujeres rurales, pero también para la economía de las familias.
En relación al cambio climático, fue posible constatar que la sequía y la falta de agua se han transformado en un peligro inminente para esta práctica agrícola, sin embargo, con el transcurso del tiempo gran parte de las huerteras han adoptado nuevas formas de reciclaje y métodos de riego para el cuidado de agua, como también han incorpora nuevas prácticas agroecológicas que les han permitido contrarrestar estos cambios.
Durante los meses de agosto se continuará profundizando el estudio a través de las visitas a terreno, lo cual permitirá concluir el proceso de generación de datos cualitativos a través de entrevistas que permitan profundizar los temas más relevantes respecto al aporte de las huerteras y sus huertas al patrimonio cultural intangible y, en especial, al patrimonio agroalimentario de sus comunidades.