Eris Coronado, curadora de semillas de la Comunidad Juan Queupan, Temuco.
Mi labor como curadora de semillas me fue heredada con mucha responsabilidad. Como guardianas de semillas, nuestro deber es abrir el paso a la continuidad de las semillas, creando lazos para que puedan circular y no quedarse en un solo lugar.
No almacenamos semillas, sino que las protegemos y hacemos que circulen. Las semillas deben ser patrimonio de todos los pueblos, para los campesinos que necesitan cultivar y tener sus propias plantas, libres de pesticidas y contaminantes.
Nos preguntan cómo hemos permanecido a lo largo del tiempo. La respuesta está en la sabiduría heredada de nuestros padres y abuelos, que nos enseñaron a reconocer los tiempos, a escuchar el viento, la luna y el sol. Es clave observar y comprender cómo se comporta la naturaleza.
Sabemos que un viento del norte trae lluvia, que el tiempo de Puelche trae heladas y que los arreboles indican inestabilidad climática. Es fundamental conocer estos tiempos para sembrar sabiamente.
Nuestra abuela decía: "Asienta tus pies sobre la tierra. Si está caliente y humeante, es tiempo de trabajar al máximo; si está fría, es momento de trasplantar".
Estos conocimientos deben ser guardados y atesorados, porque son valiosos. Para regresar a tiempos mejores, debemos evitar que nuestras semillas se contaminen con productos que no les pertenecen, como pesticidas y químicos.
Debemos dejar que nuestras semillas caminen libremente por la vida. Crear puentes a través de los Trafkintü, mediante el intercambio directo. Con cada semilla, compartimos nuestro conocimiento e historia. Cada semilla tiene una identidad: de dónde vino, su cuidado y esa historia debe ser transmitida.
No se trata solo de pasar semillas, sino de compartir el conocimiento y legado que cada una lleva. La persona que recibe la semilla adquiere una responsabilidad, debe cuidarla y hacerla circular. Ese es nuestro relato cada día. Sembramos en la conciencia, actuamos con nuestras manos y nos conectamos con la tierra, que nos dará los frutos de todo esto.