Cerramos este mes de abril agradeciendo la llegada de un otoño lluvioso, que despierta a la vida para regalarnos sus dones, nutriendo la tierra e invitándonos a la recolección y a la preparación para el invierno. Esta misma fuerza vital es la que impulsa nuestro trabajo colectivo, el que para este ciclo espera continuar fortaleciendo vínculos y construyendo sentidos comunes, que reconozcan a la diversidad como base para la existencia.